miércoles, 29 de enero de 2014

Así lo dijo...

“La finalidad de la educación artística es la libertad: libertad para la imaginación y para la creatividad. El espíritu lúdico lleva al ser humano a crear; debemos fomentar esas capacidades para ser màs humanos.  Para que no seamos robots”.
                                                                                               Ethel Batres

"La educación artística es un derecho humano”

Gracias a sus innovaciones en el campo de la educación musical, entre 2009 y 2013, Ethel Batres fungió como presidenta del Foro Latinoamericano de Educación Musical (Fladem), donde actualmente se desempeña como asesora.

Hay ocasiones en que al seguir una vocación descubrimos nuestro verdadero llamado en la vida, como le sucedió a Ethel Batres, quien luego de estudiar música descubrió que su gran pasión es la docencia. “A los 9 años entré al Conservatorio y a los 12 pensaba que tocaría en una orquesta. Sin embargo, siendo adolescente descubrí la educación y me cautivó. Lo malo es que la educación musical es una disciplina que no parece importarle a nadie, ni al sistema escolar en general ni a los mismos músicos, quienes piensan erróneamente que el educador musical es un músico frustrado”, comenta. 
Convencida de los beneficios que la música le brinda al ser humano, empezó a buscar cómo innovar los métodos de enseñanza musical pese a las limitantes del sistema educativo. “En Guatemala no existe la carrera de Pedagogía Musical. Está la opción de seguir Licenciatura en Música, Arte o Educación, pero no hay en Pedagogía Artística”, lamenta.
Érase una vez en Costa Rica
En 1994, alguien que conocía su admiración por la pedagoga musical argentina Violeta de Gaínza, le contó sobre un encuentro de educadores musicales en Costa Rica, y que Violeta figuraba en la lista de ponentes. Con algunos ejemplares de su libro en la maleta, mucho entusiasmo en el corazón y cuatro colegas acompañándola, Batres abordó el avión. “Y ahí estaba yo, pues, sentada hasta atrás y tomando nota de todo, y cuando pude me acerqué a ella, me presenté y le obsequié uno de mis libros”.
Para su sorpresa, al día siguiente le notificaron que Violeta quería almorzar con ella en el restaurante reservado a los conferencistas. Ahí, la docente argentina le dijo que estaban en el proceso de fundar una entidad llamada Foro Latinoamericano de Educación Musical (Fladem). La intención era fundar una en cada país y le propuso fundar una en Guatemala. “En ese tiempo ya existía la asociación Viva La Música, pero les dije que ya existía una entidad mayor y que debíamos fundar la Fladem Guatemala. Y lo hicimos, con personería jurídica y todas las formalidades del caso”, relata.
Al año siguiente, Batres participó con una ponencia en el congreso de Fladem en Puerto Rico. “Eso me abrió puertas y seguimos avanzando: me empezaron a conocer en el Fladem y pronto me invitaron a participar en sus congresos y a dar talleres, y a raíz de eso empecé a viajar por toda América”, recuerda.
Luego pasó a formar parte de la junta directiva latinoamericana del Fladem, del cual fue vicepresidenta y finalmente presidenta, cargo que desempeñó durante dos períodos: 2009-2011 y 2011-2013. Actualmente se desempeña como Asesora y representante del Consejo Latinoamericano de Educación por el Arte (CLEA).
“A mí me daba tristeza, cuando estudiaba, que cuando nos daban cancioneros para estudiarlos no había canciones de Guatemala. Había de Costa Rica, de Honduras, de Nicaragua, pero no de Guatemala. Y eso me dolía mucho. Yo quería que nuestro país figurara en las antologías latinoamericanas, y ya está: ya empezó a tener su lugar”, sonríe.
“El Fladem agrupa a 21 países. Fundé sedes en Guatemala, El Salvador, Honduras, Bolivia y República Dominicana. Me atrevo a decir que diseñé el 90% de un postítulo latinoamericano en Pedagogía Musical, que tendrá dos sedes: una en la Universidad de Villa María en Argentina y otra en Nuevo León, México. Serán clases por vía virtual, por Internet”. 
Para 2014, su agenda está llena. Impartirá el curso Arte y desarrollo infantil, en la Universidad Rafael Landívar, participa en el proyecto Nab’e B’inem, Escuela Ideal, en Uspantán, Quiché, donde se trabaja con 25 escuelas. La Hearts & Hands Fundation es la patrocinadora y Batres brindó asesoría para editar el libro Mis primeros pasos, de Cristina López Lux y Reyna Us Contreras, así como para la una tabla fonética en k’iche’. “La directora de fue mi alumna y el año pasado me invitó a participar. Es un proyecto para todo el año”, concluye con una sonrisa.


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